Es bien sabido que las aftas bucales son muy molestas y dolorosas. Son conocidas también como úlceras orales que aparecen en la mucosa bucal (una capa húmeda que protege a los dientes y se sitúa en la cara interna de las mejillas, el labio, paladar blando y en la parte inferior de la lengua).
Aunque no se conoce la causa exacta, se cree que hay ciertos factores que las provocan:
- Trauma bucal, como morderse por accidente o quemarse al comer algo muy caliente
- Infecciones virales o bacterianas
- Cambios hormonales
- Estrés y ansiedad
- Deficiencias nutricionales, como la falta de hierro, vitamina B12 o ácido fólico
- Alergia a algún alimento.
¿Sabías que hay 3 tipos según su tamaño y ubicación?
- Aftas menores: son las más comunes y suelen medir menor de 1 cm. Se localizan en la mucosa bucal, son dolorosas y desaparecen en 7 a 14 días.
- Aftas mayores: con menos comunes y miden más de 1 cm de diámetro. Se ubican en la parte posterior de la boca, por lo que comer, beber e incluso hablar resulta molesto. Éstas pueden tardar semanas en desaparecer.
- Estomatitis aftosa recurrente: Se caracteriza por aparecer varias aftas a la vez, de diferentes tamaños y localizadas en diferentes partes de la boca. Son mucho más dolorosas, por lo que afectan la calidad de vida de quien las padece.
El tratamiento que puedes usar para aliviar el dolor y curarlas rápidamente se basa en: usar algún enjuague bucal que sea antiséptico y antiinflamatorio, tomar analgésicos para el dolor, aplicar gel tópico anestésico, evitar alimentos irritantes y mantener una buena higiene bucal. 😉
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