El cabello es realmente sensible a los cambios de clima, la humedad y el viento… ¿lo sabías? En la temporada invernal no es suficiente con cuidar nuestra piel, también hay que poner atención a nuestro cabello y cuero cabelludo.
Y es que, aunque no lo creas, el frío afecta más al cabello que el sol y lo hace de diferentes maneras:
- Puede hacer que la cutícula (capa externa) del cabello se levante, lo que provoca que se debilite, rompa y esponje.
- También provoca que las glándulas sebáceas trabajen menos y no hidraten la raíz del folículo. Esto ocasiona sequedad, picores, caspa e incluso mayor caída del cabello.
- El uso de secadores, el efecto de la calefacción y los cambios de temperatura entre el exterior y el interior tampoco son de ayuda. Nuestro cabello tiende a volverse más seco y más propenso a romperse.
- Cuando hay mucho aire, el cabello tiende a enredarse y secarse.
Tips para cuidarlo ante el frío:
Utiliza un shampoo y un acondicionador adecuados a tu tipo de cabello. No tienes por qué cambiar tu rutina pero, sí es necesario que incorpores un extra de hidratación y protección mediante una mascarilla o un sérum.
No abuses del calor. Claro que en invierno usamos más la secadora, pero si puedes optar por una que te permita regular la temperatura y la intensidad, mejor. Si además sueles utilizar plancha, ferro, rizadores…, es muy importante que apliques un protector de calor.
Y como queremos que el cuidado de tu cabello sea parte de tu rutina de skincare, te compartimos algunos productos que puedes incluir en tu día a día. 😉
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