Seguramente conoces a más de alguna persona (la mayoría, seguro son mujeres) con manchas en la piel, sobre todo en el rostro, en el área de las mejillas. Esto es conocido como melasma y es un tipo de hiperpigmentación. También suele salir en otras partes de la cara como la frente, el puente de la nariz, la frente y la zona del labio superior y, en ocasiones, en otras partes del cuerpo que sufren exposición al sol, como los antebrazos.
¿Y cuál es la causa? Pues, la melasma es consecuencia del aumento de la producción de melanina y se cree que dicho aumento se produce debido a cambios en los niveles hormonales, en especial los que se originan durante el embarazo y el uso de anticonceptivos orales, así como los que ocasiona la exposición al sol (uno de los principales factores que contribuyen y agravan el desarrollo del melasma).
Es muy importante que sepas que la melasma puede ser prevenida. Recuerda que preferible prevenir. Es decir, en tu vida cotidiana te recomendamos que…
Utilices protector solar. Disminuye el tiempo de exposición al sol y evita las horas de radiación más intensa. Incluso, ya hay protectores diseñados para pieles con melasma e hiperpigmentación.
Utiliza productos dermoestéticos como cremas, sueros, limpiadores y protectores despigmentantes para prevenir su aparición o disminuir las manchas ya existentes. Los principales activos que éstos tienen son Hidroquinona, Vitamina C (Ácido Ascórbico), Niacinamida (Vitamina B3), Retinoides y Ácido Azelaico.
Si ya tienes melasma, hay algunos tratamientos dermatológicos, como el peeling químico, el láser o la luz pulsada que pueden ayudar a reducirla.
Por último, hay manchas que solas desaparecen, por ejemplo, las que son causadas por el embarazo o por medicamentos, pero si notas que éstas no se van, puedes tratarlas con algunos de los siguientes productos. Solo recuerda siempre acudir con un dermatólogo y que la melasma no presenta ningún riesgo a la salud.