La Navidad está llena de magia: reuniones familiares, luces, regalos y, por supuesto, ese clima frío que tanto amamos. Pero, seamos sinceras, el invierno no es tan amable con nuestra piel. Entre el aire seco, las bajas temperaturas y los cambios de ambiente (¡hola calefacción!), es común que nuestra piel termine opaca y reseca.
Aquí te damos los mejores consejos para disfrutar de estas fiestas con tu piel hidratada y suave. 😉
Las duchas calientitas son una delicia en invierno, pero pueden resecar aún más tu piel. Opta por agua tibia y reduce el tiempo en la ducha. También, utiliza aceites de ducha que dan un extra de humectación a tu piel.
El frío puede hacernos olvidar lo importante que es beber suficiente agua. Mantente hidratada tomando al menos 2 litros de agua al día. Para añadir un toque navideño, prueba tés calientes de hierbas o infusiones con canela y naranja.
Aunque el sol no se sienta tan fuerte, sus rayos UV siguen estando presentes. Aplica protector solar cada mañana, especialmente si planeas estar al aire libre y reaplícalo cada 2 horas.
Tu crema hidratante es tu mejor aliada esta temporada. Aplícala justo después de la ducha para sellar la humedad en tu piel. Busca productos con ingredientes como ácido hialurónico, manteca de karité o ceramidas, que ofrecen hidratación profunda.
Aunque el sol no se sienta tan fuerte, sus rayos UV siguen estando presentes. Aplica protector solar cada mañana, especialmente si planeas estar al aire libre y reaplícalo cada 2 horas.
No olvides las áreas más expuestas al frío. Usa bálsamos labiales y cremas de manos varias veces al día para evitar grietas y resequedad. Lleva estos productos contigo para reaplicar cuando lo necesites.
Antes de dormir, aplica un suero facial hidratante. Tu piel se regenerará mientras descansas, y amanecerás con un rostro suave y radiante.