(Son los cambios de clima, calma)
Un amigo decía que esta temporada es el “destiempo”. Esos meses de año que no sabes qué ropa ponerte porque amanece muy fresco, luego llueve, luego sale el sol y hace mucho calor y dudas entre ponerte botas o huaraches porque reconoces que, cualquiera de las dos decisiones, pesará en algún momento del día.
También, tu cara y tus manos sufren de estos cambios pues son las más expuestas. La piel necesita de 15 a 20 minutos para adaptarse a los cambios bruscos de temperatura. Es decir que, si estás en una oficina con aire acondicionado y luego sales abruptamente al sol (y, por lo tanto al calor) seguramente tu piel reaccionará desfavorablemente y podría presentar envejecimiento prematuro, deshidratación, irritaciones, sequedad y descamaciones. Esto ocurre porque los cambios de temperatura rompen con el equilibrio hídrico de la barrera natural de tu cutis.
Para evitarlo te recomendamos lo siguiente:
1.- Hidrátate muy bien. Recuerda que beber agua es fundamental para el buen funcionamiento de tu cuerpo.
2.- Evita los cambios bruscos de temperatura. Si estás en la oficina (con un clima frío así como para criar pingüinos) apaga el aire acondicionado 15 minutos antes de salir. Esto le dará tiempo a tu cuerpo a que se vaya adaptando al clima externo más cálido y húmedo.
3.- En la medida de lo posible viste ropa que le permita, a tu cuerpo, tener una temperatura constante.
4.- Cumple a rajatabla tu rutina dermatológica, cualquiera que esta sea.
5.- Puedes agregar una crema muy humectante para manos y cara. Esto impedirá que la piel de esas zonas se deshidrate.