Tener sarpullido (o salpullido…ambos son correctos) es más común de lo que imaginamos y, seguro más de alguna vez lo has tenido. Pero, te has preguntado ¿por qué aparece?
Para empezar, la piel está compuesta de células especiales del sistema inmunitario que la protegen contra virus, bacterias y otras amenazas. Cuando estas células detectan una sustancia sospechosa, comienzan una reacción en cadena en la piel que lleva a una inflamación. El nombre médico de esta reacción es dermatitis, pero es mejor conocida como sarpullido (o salpullido) y que generalmente causa picazón.
La dermatitis tiene muchas causas y formas por lo que también hay diferentes tratamientos. Generalmente implica piel seca y con comezón o con sarpullido, o puede hacer que la piel se ampolle, forme costras o se descame.
Ahora bien, hay tres tipos frecuentes: la dermatitis atópica (eccema o eczema), la dermatitis seborreica y la dermatitis por contacto. Esta última es la más común de todas. Causa enrojecimiento, picazón y en ocasiones pequeñas protuberancias (o como les solemos decir: granitos) y esta se presenta después de haber tocado un irritante, como un producto químico, o algo a lo que seas alérgico. Las erupciones cutáneas también pueden ser causadas por muchos factores diferentes como bacterias, virus, medicamentos, trastornos genéticos e incluso la luz.
Hablando un poco sobre la dermatitis atópica se presenta, más que nada, en personas que tienen asma o alergias estacionales y provoca picazón, hinchazón y enrojecimiento continuo, por eso es un trastorno cutáneo crónico. Hay factores que pueden empeorarla como alergias al polen, el moho, los ácaros del polvo o los animales, resfriados, contacto con materiales irritantes y químicos, piel reseca, estrés emocional, enfriarse o acalorarse demasiado y los cambios súbitos de temperatura.
Y seguro has escuchado de la famosa dermatitis de pañal. Es un tipo de sarpullido en las pompitas del bebé que está relacionado con la humedad o los cambios poco frecuentes del pañal, la diarrea, los nuevos alimentos y los antibióticos. La mayoría de estos sarpullidos mejoran después de algunos días de cuidados con ungüentos y con una mayor frecuencia en el cambio de los pañales. Aunque siempre es necesario visitar al pediatra cuando el sarpullido no mejora, se extiende, o si aparece fiebre.
Recuerda, es mejor no automedicarte ya que puede resultar contraproducente y agravar el sarpullido. Mejor consulta un dermatólogo que seguro te recomendará lo mejor para tu piel. *guiño*